¿Cómo se relacionan waterblasting y la hidrodemolición?
Waterblast es una técnica cada vez más utilizada para varias aplicaciones. Comúnmente, se usa para limpiar instalaciones industriales, retirar escombros gruesos acumulados en varias superficies, como tanques de agua, áreas extensas de concreto, entre otras. También puede utilizarse para la hidrodemolición, aunque ambos tienen características diferentes.
Características del waterblasting
Básicamente, consiste en aplicar agua presurizada a alta velocidad. Utiliza el principio hidromecánico y equipos de alta presión para brindar limpiezas de alta calidad. Las presiones altas atomizan el líquido. Es ampliamente utilizado para limpiar naves industriales o embarcaciones, ya que no modifica química ni físicamente la composición de los materiales que desprende, por lo que es una opción ecológica y eficaz en comparación con la aplicación de abrasivos.
Para aplicarlo, es necesario una manguera de alta presión que combina agua en bajos volúmenes con alta presión, lo que permite lograr desincrustaciones en elementos de equipos termomecánicos, preparar pisos y muros especiales o eliminar revestimientos de pintura. Su uso rompe los paradigmas de las técnicas mecánicas de limpieza, que se basan en chorros de arena.
Ofrece varios beneficios al usarse para preparar superficies, que no ofrece la preparación física o química de las superficies, como:
- No existen riesgos de daños en el entorno o medio ambiente, ya que no utiliza sustancias químicas peligrosas o nocivas.
- Usar equipos waterblast permite procesos rápidos y eficientes, que disminuyen los tiempos de inactividad de las empresas.
- No se producen daños serios en las superficies que se limpian o preparan. Si bien utiliza equipo de alta presión, el agua es inofensiva si es manipulada por personal experimentado.
Características de la hidrodemolición
Algunos pensarán que waterblast y la hidrodemolición son lo mismo. Parten del mismo principio: utilizar agua presurizada. No obstante, la diferencia estriba en el nivel de presión y el equipo utilizado. Para la hidrodemolición, se necesitan presiones más altas, lo que permite destruir hormigón u otros materiales constructivos solo con agua. Se trata de un método altamente eficiente y exclusivo del sector construcción, además requiere menos tiempo en comparación con la demolición estándar y el polvo y los escombros son más fáciles de limpiar.
La técnica se utiliza especialmente para demoler elementos de hormigón y hormigón armado, aunque también es usado para preparar soportes para tratamientos posteriores, como impermeabilización, reparaciones con morteros, entre otros donde se necesita una base limpia y resistente para lograr óptimas adherencias. Consiste en la extracción de concreto en estructuras, como túneles y puentes, con solo aplicar agua a presiones entre 15,000 a 45,000 psi, que penetra en las porosidades del material para romper su matriz.
Al utilizar la hidrodemolición, se obtienen superficies rugosas, lo que es conveniente para la adherencia de revestimientos. También puede utilizarse para reparar y acondicionar estructuras dañadas o disminuir la presión para limpiar elementos de metal como superficies de acero o armaduras corrugadas. El método tiene un valor promedio de 1 m3/h, que varía según la máquina utilizada.
Las hidrodemoledoras poseen motores diésel de 500 caballos de vapor aproximadamente, que brindan caudales de 200 litros por minuto, y brindan agua a presiones distintas con ayuda de mangueras fabricadas con materiales especiales y altamente resistentes, como caucho sintético negro, azul, mallas metálicas o algodón recubierto con caucho.
Se obtiene una menor o mayor profundidad de demolición según el tiempo que el concreto esté expuesto al chorro. Se volvió popular entre las empresas constructoras, debido a que es menos agresiva con el medio ambiente. El residuo generado tras su aplicación es una suspensión de hormigón y agua de alto pH, no obstante, puede tratarse sin problemas.
Implica un rendimiento 20 veces mayor en comparación con otros métodos de demolición, como utilizar martillos y picos. Los trabajos de hidrodemolición suelen ser complejos, por tal motivo, es común utilizar sistemas robotizados e instalados sobre bastidores, que proporcionan rendimientos superiores que las lanzas manuales. Sus efectos en el área circundante son mínimos, por lo que puede utilizarse tanto en exteriores como interiores pequeños.
Ahora bien, al demoler con martillos percutores u otros implementos para destrozar, como mordazas, cizallas, entre otras, se busca destruir y fragmentar el concreto. Sin embargo, estas herramientas producen fisuras y microfisuras, que dañan la estructura, por lo que debe someterse después a trabajos de reparación y rehabilitación estructural. Este problema habitual que implicaba altas inversiones de tiempo y dinero puede evitarse con la hidrodemolición.
Presenta una sola limitación: el agua requerida. Si es necesario retirar grandes volúmenes de concreto, es crucial contar con suficiente líquido para que las bombas de alta presión suministran el caudal requerido. La técnica es altamente efectiva, porque se generan muchos micro estallidos causados por el efecto de la presión en la superficie de materiales porosos. El resto de los elementos internos de la estructura, como cables, tensores, armaduras, que sean metálicos y no porosos permanecen intactos.
Si desean adquirir equipos de alta presión para aplicar waterblasting o hidrodemolición, contacten a los expertos de Maxipresstec. Soliciten una cotización al (722) 773 6689, (722) 688 6351.