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El uso de booster para la compresión de gases y aire es indispensable en un gran número de industrias, como la médica, la militar, la aérea, en las compañías contra incendios, de seguridad, en la industria de transformación e incluso en el buceo, es decir, en todos aquellos entornos en las que la manipulación de la presión del gas es indispensable para garantizar el cumplimiento de los requerimientos de trabajo. La elección de un equipo de buena calidad que reúna las características adecuadas para el tipo de aplicación que se le vaya a dar es indispensable para garantizar su correcto funcionamiento y eficiencia, pero las labores de mantenimiento y un buen cuidado son indispensables para prolongar su tiempo de vida y no tener que recurrir a un servicio de reparación de booster. En esta ocasión presentaremos algunas generalidades del funcionamiento de estos elementos para controlar la presión de gas, recomendaciones para su elección y pautas a seguir para conservarlos en buen estado.

La manera en que funciona un booster y su capacidad dependen del modo en que fueron diseñados y del tipo de energía que requieren para operar. Existen boosters eléctricos, accionados hidráulicamente y neumáticos, es decir, pilotados por aire, siendo estos últimos los más recomendados en entornos de trabajo en los que exista un riesgo de explosión por el tipo de gases que se manipulan y es precisamente del tipo de booster de los que hablaremos en esta ocasión. Dentro de los pilotados por aire, hay una gran variedad de modelos cuyo diseño y capacidad varían de un fabricante a otro, razón por la que recomendamos evaluar las opciones disponibles y compararlas para elegir la que se adapte de mejor manera a las necesidades específicas de la aplicación para la que se utilizarán.

En Maxipresstec contamos con una línea de boosters para gas llamada Maximator, ideal para el trabajo con gases industriales para su transferencia, recuperación, pruebas de presión para el suministro de sistemas de aislamiento, para la inyección de plásticos asistida, para la carga de acumuladores de nitrógeno, el espumado de dióxido de carbono, para la carga de botellas de aire respirable, prueba de fugas, limpieza de quemadores y para sistemas de bolsas de aire, entre muchos otros usos. Estos boosters tienen capacidad para 40 bar (580 psi), 100 bar (1450 psi), 600 bar (8700 psi), 1500 bar (21750 psi) y 2400 bar (36000 psi) y operan mediante el funcionamiento de un pistón de aire cargado a baja presión que, al trabajar sobre una área de alta presión incrementa la presión neumática dando como resultado la entrega del flujo de gas con la presión deseada.

Para la elección del booster es importante considerar aspectos específicos del tipo de aplicación para la que será utilizado. Tener claridad respecto a la presión máxima de descarga requerida, el tipo de caudal con el que se trabaje, si se utilizará para llenar un depósito cuál es la capacidad de este y qué nivel de caudal es necesario para completar la tarea en el tiempo deseado es información fundamental. Saber además qué tipo de alimentación de gas se tiene y si mantiene una presión constante, o bien si presenta variaciones, conocer cuál es la presión inicial y cuál es la presión mínima que presenta son datos que facilitarán la elección del booster adecuado.

Entre otros aspectos a considerar se recomienda evaluar si se dispone de presión de aire para el pilotaje del booster, cuál es el caudal disponible, qué tipo de gas se va a manipular y cuál o cuáles son sus aplicaciones. Con esta información elegir la serie de booster que puede ofrecer el caudal requerido resulta más sencillo, y para ello sugerimos consultar las fichas técnicas de los diferentes modelos disponibles en nuestro sitio web, en las que se especifica la relación de presión del booster, el volumen de desplazamiento, la presión de gas de entrada-salida, dimensiones, temperatura de funcionamiento y materiales empleados para su fabricación, entre otras especificaciones de las que hablaremos en futuras publicaciones en este blog.

Como ya mencionamos, además de la elección del booster para gas adecuado es indispensable seguir un programa de mantenimiento que permita mantener el equipo en buenas condiciones de modo que su operación no se vea afectada. Las labores de mantenimiento se pueden catalogar en preventivas, enfocadas a reducir las posibles fallas en el equipo, y correctivas, cuando ya se ha presentado una avería y es necesaria la reparación de booster. Recomendamos, como acciones de mantenimiento, realizar inspecciones visuales del booster antes y después de cada uso, así como limpiar y drenar los filtros de aire, en caso de que cuente con ellos. Cada tres o seis meses es necesario engrasar las juntas de la válvula e inspeccionar el equipo para verificar que no existan fugas de gas y comprobar el rendimiento del booster. Es necesario también darle un mantenimiento anual al booster para inspeccionar el estado de sus componentes y realizar una limpieza, cambiar los filtros de aire y gas, las juntas y apretar las uniones roscadas. Cuando alguno de los elementos que conforman el booster se avería y este ya no funciona de manera correcta, lo que se puede ver cuando existe deficiencia en la entrega del flujo de gas o un mayor consumo de aire, es necesario realizar la reparación de booster con un profesional calificado, de preferencia recurriendo al servicio técnico del fabricante del equipo.

En Maxipresstec además de contar con una extensa variedad de booster para gas ofrecemos el servicio de reparación de booster y asesoría técnica. Para conocer a detalle las características de nuestros productos y servicios contáctanos, con gusto te atenderemos.